No hay mal que por bien no venga... Por lo menos avisaron con tiempo y fueron amables y efectivos en la solución del problema (a diferencia de la historia de LAN Chile). Y aunque la alternativa es mañana sábado vía Puerto Rico a las 6:00 a.m., quizás podamos encontrarnos en el aeropuerto, con una amiga dominicana que vive allá.
2) Brunch en un lugar cerca del hotel, adecuado para estos imprevistos. Nos atendió un venezolano muy simpático, Samuel, quien ya tiene muchos años en los EEUU. Aquí también se nota la llegada reciente de nuevos emigrantes venezolanos, aunque no tan numerosos como en Florida.
3) Paseo de última hora por New York, llovizna, pero la gente sigue disfrutando de las ciudad, así sea desde el segundo piso de un autobús, con sus paraguas.
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